Inspirándonos en los maravillosos diseños y bocetos que proceden de los ricos archivos de esta casa, mi equipo y yo nos hemos centrado en los elementos más contundentes de los diseños de la Maison desde finales de los años 1940 hasta principios de la década de 1950 Con la mirada puesta en la maestría de Pierre Balmain, en sus formas escultóricas y la exquisita confección del fundador, mi equipo y yo hemos combinado los angulosos patrones de nuestro taller con las suaves curvas de chaquetas y faldas con armador.

Mi equipo y yo hemos hecho todo lo posible para otorgarle la máxima presencia: se presenta en variadas formas, desde adornos en forma de brote hasta coloridos estampados de rosas centifolias, para aportar un imperecedero toque floral y femenino a todas las prendas. Se han elaborado tres rosas tridimensionales mediante varios materiales, entre ellos el charol, el caucho, el látex, la porcelana e, incluso, plástico reciclado.

Por otra parte, intento evitar a toda costa que la asociación entre las flores primaverales y el amor, la belleza y la alegría se tache de superficial. El amor es complejo; cada rosa nace con espinas. Nuestro deseo es asumir esa complejidad y mostrar espinas de varios tamaños y múltiples formas. Dudo que aquellos que me conocen bien queden sorprendidos, ya que siempre me ha gustado ahondar en la fascinante tensión causada por elementos opuestos. Esta fascinación por los conceptos contrarios queda especialmente patente en los diseños de la próxima temporada.

Como reza el dicho, podemos quejarnos de que la rosa tiene espinas o también regocijarnos ante el hecho de que las ramas con espinas den rosas. Mi equipo y yo hemos elegido lo segundo.