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Los cárdigans Balmain se distinguen por el uso de cortes que la marca domina y de elementos emblemáticos. Dan testimonio de los grandes conocimientos de nuestros talleres sobre el punto y de la sensibilidad moderna del director artístico, Olivier Rousteing.
El monograma estampado de Balmain aporta el emblemático aspecto de la casa a los chalecos de lujo. Los botones dorados aportan un espíritu suntuoso y brillante a nuestras creaciones. Las siluetas de manga corta muestran una inspiración retro y son aptas para los conjuntos de entretiempo. En cuanto a los cárdigans largos, se pueden llevar con unos shorts o una minifalda y unos botines para crear un juego de volúmenes. Por su parte, las versiones con cremallera juegan la carta de la modernidad.
Los modelos con hombreras se hacen eco del emblemático aspecto estructurado de la Maison parisina. El punto aparece trabajado en versión calado, de canalé o con lentejuelas para darle un carácter único y sofisticado a cada prenda.
