UN NUEVO ESTILO FRANCÉS: EL MILAGRO

TEMPORADA 1, EPISODIO 3 :

La vida de Pierre Balmain experimentó un cambio radical el 12 de octubre de 1945. Fue el día que el joven diseñador decidió celebrar el primer desfile de moda de su nueva marca para el público, que tuvo lugar dentro del salón de su nueva sede en 44, rue de François Premier, en el famoso y lujoso distrito del «Triángulo Dorado» del centro de parís. Nuestro tercer pódcast L’Atelier Balmain explora los numerosos desafíos y problemas a los que se enfrentó el joven Pierre Balmain en el desarrollo de su primera presentación; lo que nos demuestra que el increíble triunfo final de esa primera colección podría considerarse un «milagro» (una palabra que el propio Pierre Balmain utilizó para describir ese momento, en una entrevista con la prensa francesa, unos años más tarde).

BALMAIN PODCAST

PARÍS, LIBERADO

Cuando París fue liberada en agosto de 1944, Pierre Balmain tan solo tenía 30 años. Después de que llegara la libertad, Balmain decidió que era el momento de tener su propia casa de Alta Costura e instaló rápidamente su taller en un espacio recientemente desocupado en 44, rue François Premier, que había sido previamente confiscado por los nazis durante la larga ocupación. Las memorias del diseñador dejan patente que no pudo esperar más para hacer un cambio. Indudablemente, no era el único parisino que buscaba un nuevo comienzo en aquella época. A su alrededor se podían apreciar los valientes brotes verdes, los primeros signos esperanzadores del comienzo de un renacimiento cultural. Francia entraba en lo que más tarde se llamaría su "Año Cero". Tras un tsunami de destrucción, de repente muchas cosas parecían dispuestas a resurgir. Las sorprendentes y excepcionales visiones de la música, la literatura, el teatro y el cine se vieron impulsadas por los destacados jóvenes talentos de la época, quienes dieron rienda suelta a una explosión de creatividad que se inició en París inmediatamente después de la guerra y continuó durante décadas.

EL SECTOR DE LA MODA DE PARÍS, EN APUROS

Tanto el nuevo gobierno francés como las casas de modas de París se esforzaban por promover a sus diseñadores y las últimas colecciones posguerra, para impulsar la recuperación de este importante sector. Sin embargo, con las restricciones, la escasez y la falta de turistas, compradores y prensa... cualquier tipo de presentación lujosa era sencillamente imposible de realizar. No había suficiente tela, dinero, calefacción, electricidad fiable ni mano de obra. Por ello, la Chambre Syndicale de la Couture, la poderosa organización comercial que controlaba el sector de la moda francesa, tuvo que improvisar. Y propuso una solución fantástica y original. Los representantes de la moda francesa idearon una forma completamente nueva y cautivadora de presentar el tipo de creaciones que solo la moda parisina puede diseñar,

THÉÂTRE DE LA MODE

A principios de marzo de 1945, se organizó una exposición especial dentro del Museo del Louvre. 60 diseñadores parisinos ayudaron a montar lo que denominaron el «Théâtre de la Mode». Utilizaron unas 200 muñecas, cada una creada específicamente con gruesos alambres y cabezas de yeso. Se colocaron todas en una serie de 15 escenarios en miniatura que fueron creados por algunos de los diseñadores más talentosos de París, incluidos Jean Cocteau y Christian Berard.

Cada diseñador participante creó unos cinco conjuntos, para vestir a las muñecas de cada casa con una selección de looks de día, tarde, cóctel, cena y noche.

En la actualidad, el Théâtre de la Mode forma parte del Museo Maryhill, que generosamente nos ha permitido utilizar sus fotografías para contar esta historia.

Cada miniconjunto del Théâtre de la Mode era fascinante, eran versiones exactas en miniatura de diseños de alta costura, con cremalleras funcionales, ojales, zapatos y broches con pedrería ejecutados a una escala perfecta. Cada detalle estaba cortado, plisado y drapeado al milímetro, y todo estaba perfectamente entallado, justo lo que harían las mejores sastrerías de lujo de París.

Las muñecas portaban sombreros en miniatura creados por los mejores sombrereros de París, así como pelucas hechas con cabello humano y peinadas por los mejores peluqueros de París, Antoine y Guillaume. Las tiaras, pulseras y collares en miniatura los firmaban las mejores marcas, como Cartier, Chaumet y Van Cleef & Arpels.

BALMAIN PODCAST
BALMAIN PODCAST
BALMAIN PODCAST
BALMAIN PODCAST
BALMAIN PODCAST

1 / 3

Los 200 diseños se agrupaban por estilos.
Para las colecciones de trajes y vestidos de día, los escenarios se inspiraban en diversas escenas parisinas de postal. Los maniquíes posaban mirando a los escaparates de la Place Vendôme y paseando junto al Palais Royal. La mayoría de los escenarios hacían referencia a la vida cotidiana de antes de la guerra, con escenas bajo el sol en las playas de Deauville o noches en la ópera.

BALMAIN CULTURE
BALMAIN PODCAST
BALMAIN PODCAST
BALMAIN PODCAST
BALMAIN PODCAST

Se cobraba la entrada para recaudar dinero para la ayuda humanitaria francesa, y la exposición del Louvre atrajo a casi 100 000 visitantes.

 

Después de París, el Théâtre de la Mode viajó a Londres, Estocolmo, Copenhague y Barcelona durante el resto del año 1945. Después, cuando la gira europea terminó, los maniquíes volvieron a París para vestirse con nuevas prendas que las casas habían diseñado para la temporada de 1946. Más tarde, la exposición viajó a los Estados Unidos, por lo que los vestidos de esas muñecas fueron de los primeros Balmain presentados en los Estados Unidos. Este vestido de tul gris de Balmain, colocado en una bruja sobrevolando las vigas de un cuarto de servicio bombardeado, recibió mucha atención; tanto por los diseños de Balmain como por el escenario, que era una imagen surrealista soñada por el famoso Jean Cocteau.

BALMAIN PODCAST

Pierre Balmain diseñó para el Théâtre de la Mode este vestido de noche en tul gris, bordado con un motivo descendente en gris metálico y cuentas de color teja. La falda larga tiene capas de tul verde almendra y gris, con un bajo irregular. Los guantes, de ante amarillo claro, son un diseño de Faré.

44 RUE FRANÇOIS PREMIER

Antes de poder presentar su primera colección, Pierre Balmain tuvo que superar varios obstáculos. La propiedad vacía con la que se había topado justo después de que los nazis se retiraran de un París recién liberado estaba en la ubicación ideal. 44 rue François Premier está justo en el centro del famoso Triángulo Dorado (le Triangle D'or), que es una majestuosa zona de edificios rodeados de tres de las avenidas más aristocráticas de la capital francesa: Avenue Montaigne, conocida por sus increíbles boutiques; la señorial Avenue Georges V, que alberga algunos de los hoteles más lujosos e importantes de la ciudad; y, desde luego, Avenue des Champs Elysées, a la que los franceses denominan «La plus belle avenue du monde» (la avenida más bonita del mundo).

El edificio como tal, como muchos de los que hay en ese barrio, es una preciosa estructura haussmaniana de cinco plantas. Cumple con todos los requisitos del estilo arquitectónico parisino por excelencia. Antes de la guerra, fue un precioso edificio residencial, hasta que los nazis lo requisaron durante la ocupación. Después de que la liberación hiciera huir a los nazis, el propietario quiso cambiar todos sus arrendamientos a contratos comerciales, lo que le brindó a Pierre Balmain la oportunidad única de disponer de espacio para desfiles en este codiciado distrito...

BALMAIN PODCAST

Sin embargo, aunque la ubicación y la fachada fueran maravillosas, el nuevo espacio no cumplía todos los requisitos de un diseñador. Era un espacio demasiado pequeño y aún tenía la distribución de una vivienda. Balmain tuvo que convertir el antiguo baño en su estudio de diseño, para lo que creó un escritorio con una tabla sobre la bañera. Las telas se almacenaban en nuevas e improvisadas estanterías alojadas en la cocina. El largo pasillo albergaba el cuadro eléctrico, escritorios y expositores de ropa.

Como cada nuevo diseñador, Balmain tuvo que enfrentarse a problemas económicos mientras diseñaba su colección. Para ahorrar dinero se mudó al espacio para trabajar y dormir allí por la noche, mientras desarrollaba sus primeras propuestas durante. Sus primeros patrocinadores se echaron atrás en el último momento, lo que le obligó a pelearse y suplicar a banqueros, y a buscar nuevos inversores. Después, cuando desaparecieron 200 000 francos de la caja fuerte de la oficina, su madre tuvo que arrancar el diamante de su anillo de compromiso para empeñarlo y conseguir fondos.

También hubo problemas con el contrato de arrendamiento que había firmado. Los dueños habían cedido el espacio aún cuando el nuevo gobierno francés había dictado un decreto que declaraba que todas las propiedades requisadas por los nazis debían pasar a manos del nuevo gobierno de De Gaulle. Los planes del gobierno de posguerra eran convertir el espacio en oficinas para el Ministerio de Economía. Balmain recibió numerosas cartas con amenazas y visitas de gendarmes que querían desahuciarlo.

EL MILAGRO

Los primeros diseños de Pierre Balmain podrían resumirse en dos palabras: lujo y sencillez.

Hay una esencia muy larga y esbelta, fácil de identificar (incluso las faldas plisadas creaban una figura muy esbelta). Todo se reduce a la delicadeza y la feminidad, los hombros son naturales, las cinturas, entalladas, y hay muchos drapeados majestuosos

Para crear un poco de contraste con los ajustados pantalones y vestidos de tubo de la colección, Balmain creó estilos de noche con falda larga y amplia.

Cuando terminó, como hacen todos los diseñadores, lo único que podía hacer era esperar a las opiniones... y fueron excepcionales.

La colección como tal tuvo una acogida más que exitosa, puesto que revistas como L’Epoque la describían como «muy elegante y seductora»; Les Lettres Françaises apuntaba «las nuevas ideas de la colección son como fuegos artificiales»; Point du Vue alababa la «elegancia, solemnidad y exquisitos detalles»; y Femina mencionaba que desde el día del desfile «todo París pregunta: ¿conoces a Balmain?». Minerve simplemente mostró uno de los sombreros de la colección, con un pie de foto que decía «Nos quitamos el sombrero ante la gran elegancia, la delicada sastrería y los sofisticados bordados de Balmain»

Y los críticos también elogiaron en masa al diseñador de la colección, Pierre Balmain, tanto que la revista Action lo calificó como la nueva estrella de la constelación de la moda, con un éxito inmediato. L’Art Et Mode describió a Balmain como un magnífico artista que rompía con las tradiciones, y Gavroche declaró que esta colección tan parisina significaba que Pierre Balmain podría considerarse como un diseñador de primer nivel; una visión que compartía The New York Herald Tribune, que afirmó que la exitosa nueva colección lograba que la nueva casa de Pierre Balmain pudiera considerarse al mismo nivel que las mejores casas de París de aquel momento, como Balenciaga, Lelong, Molyneux o Patou.

BALMAIN PODCAST

FLEUR DE PARIS 

Una canción famosa de la época, Fleur de Paris (flor de París, que ha sonado durante este episodio), se escribió justo después de la liberación de París, y refleja el nuevo optimismo del momento. El famoso cantante melódico Maurice Chevalier convirtió esta canción en un éxito, y su mensaje era difícil de ignorar, puesto que versaba sobre la flor azul, blanca y roja que los parisinos tuvieron que atesorar durante cuatro largos años, encerrados y escondidos, con la esperanza de que llegaran tiempos mejores. Al final, la letra proclamaba que los tiempos mejores regresaban y que era el momento de celebran un nuevo amanecer, nuevas esperanzas y una nueva floración de la preciosa «Fleur de Paris».

C'est une fleur de Paris,
Du vieux Paris qui sourit,
Car c'est la fleur du retour,
Du retour des beaux jours.
Pendant quatre ans dans nos coeurs
Elle a gardé ses couleurs,
Bleu, Blanc, Rouge,
Avec l'espoir elle a fleuri,
Fleur de Paris.

Es una flor parisina
Del antiguo París que sonríe
Porque es la flor del regresar
El regresar de los buenos momentos
Durante cuatro años, en nuestros corazones
Ha conservado sus colores:
Azul, blanco, rojo
Con esperanza, ya ha florecido
La flor de París

    • Photo Credits:

      01 : Théâtre de la Mode: “La Grotto Enchantée” (The Enchanted Grotto), original 1946 fashions and mannequins from set by André Beaurepaire (recreated by Anne Surgers); Collection of Maryhill Museum of Art
    • 02 : Théâtre de la Mode: Lucien Lelong, cap-sleeved turquoise and white chiffon dress with cowl-draped bodice. White organdy collar and cuffs. Matching chiffon sash wrapped and tied in a large bow.
      Natural straw picture hat with ivory grosgrain ribbon: Legroux. Coiffure: Charbonnier
    • 03 : Théâtre de la Mode: photos of garments and hats in museum storage as they are waiting to be placed on the mannequins. Collection of Maryhill Museum of Art
    • 04 : Théâtre de la Mode: “Palais Royale,” original 1946 fashions and mannequins from set by André Dignimont (recreated by Anne Surgers); Collection of Maryhill Museum of Art
    • 05 :Théâtre de la Mode: “Le Jardin Marveilleux” (The Marvelous Garden), original 1946 fashions and mannequins from set by Jean-Denis Malclès (recreated by Anne Surgers); Collection of Maryhill Museum of Art
    • 06 : Louis Touchagues chose to re-create the Rue de la Paix and the Place Vendôme, one of the most elegant of Parisian settings. Photo courtesy of Maryhill Museum of Art
    • 07 : Lucien Lelong, short dance dress.
      Short-sleeved candy-pink crepe top (synthetic) with draped fichu held by roses. Full skirt in black surah (synthetic) with fagotted hem. Coiffure: Charbonnier Black suede shoes piped in black leather: Elie Pink kid gloves with black suede bows: Faré Belt: Mabille Flowers: Judith Barbier Photo courtesy of Maryhill Museum of Art
    • 08 : Paquin, long evening dress in purple satin (Colcombet).
      Fitted bodice with shoulder straps. A wide swag of pink and violet satin drapes around the hips and falls over the big full skirt. Coiffure: Jean-Pierre Purple satin pumps: Richomme Long pink kid gloves: Faré Clip, hair ornament and bracelet in gold, platinum and rubies: Chaumet. Photo courtesy of Maryhill Museum of Art
    • 09 : Mendel “Rose de France”.
      Full-length ermine cape lined in pale pink satin. Matching pink satin evening dress, the strapless bodice and full skirt embroidered in a scroll pattern of old-gold sequins. Coiffure: Desfossés Embroidery: Gaby Pale pink kid gloves: Hèrmes. Photo courtesy of Maryhill Museum of Art
    • 10 : Schiaparelli, long sleeved evening dress with pink satin fitted wrapover bodice and flared skirt made of wavy horizontal bands in shades of fuchsia, lilac, ad violet. Between each band, metallic embroidery covered with a zigzag of white thread.
      Coiffure: Marc Ruyer Pink kid gloves: Faré Embroidery: Lesage Diamond, rupy and platinum tiara, epaulettes and belt: Van Cleef & Arpels. Photo courtesy of Maryhill Museum of Art
    • 11 : Worth, Ivory silk damask evening dress with large floral pattern.
      Fitted bodice with wide straps, entirely embroidered in sequins and gold thread in a twig and stylized flower motif. Two long pointed side panels of the same embroidery fall over the full skirt. Coiffure: Gabriel Fau Photo courtesy of Maryhill Museum of Art
    • 12 : Théâtre de la Mode: “Ma Femme est une Sorcière” (My Wife is a Witch), original 1946 fashions and mannequins from décor by Jean Cocteau (recreated by Anne Surgers); Gift of Gift of Chambre Syndicale de la Couture Parisienne and Paul Verdier, Collection of Maryhill Museum of Art
    • 13 : Collection of Maryhill Museum of Art
    • Video Credit:

      Balmain Presentation 1982
    • Credits :

      Balmain Creative Director: Olivier Rousteing
    • Special Podcast Guest: Lynn Yaeger
    • Music: “Fleur de Paris” by Maurice Chevalier
    • Additional Music: Jean-Michel Derain
    • Episode Direction and Production: Seb Lascoux
    • Balmain Historian: Julia Guillon
    • Episode Coordination: Alya Nazaraly
    • Research Assistance: Fatoumata Conte and Pénélope André
    • Digital Coordination/Graphic Identity: Jeremy Mace
    • Episode researched, written and presented by John Gilligan
    • To explore further:

      Pierre Balmain’s Autobiography: My Years and Seasons, Doubleday, 1965